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Niños Sordos, Desigualdades Y Exclusión

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Catalogo de Terapias Alternativas y Complementarias.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Síntomas de diabetes en niños pequeños

La diabetes mellitus tipo 1, la insulino dependiente, es una de la enfermedades crónicas más frecuente en la infancia. Pero llegar a dar con el diagnóstico no es tan sencillo, la edad media a la que son diagnosticados los niños son los ocho años. Por eso, es muy importante reconocer a tiempo los síntomas para detectar la diabetes en niños pequeños.

Uno de las mayores preocupaciones es que en los niños pequeños es más que factible que los síntomas pasen desapercibidos porque son bastante inespecíficos, pero no identificarlos podría tener complicaciones para su salud.

Según un estudio realizado por la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP), la mitad de los niños menores de 5 años y casi el 70 por ciento de los niños menores de dos años diagnosticados con diabetes ya tenían cetoacidosis.

La cetoasidosis es una complicación grave derivada de la falta prolongada de insulina en el organismo y que en el peor de los casos puede llevar al coma diabético.

Los casos de diabetes tipo 1 en los niños ha aumentado en los últimos años y el futuro no es nada esperanzador. En la actualidad la padecen el 5 por ciento de los menores de 5 años y se cree que de aquí a diez años se duplicarán los casos.

Ante este panorama es muy importante detecar a tiempo la diabetes en niños pequeños.

Orina frecuente, incluso que el niño empiece a mojar la cama de forma frecuente cuando ya no lo hacía
Sed constante: al perder líquido a través de la orina siente sed constantemente
Hambre excesiva
Pérdida de peso inexplicable
Cansancio
Irritabilidad
Visi ón borrosa
Naúseas o vómitos
Dolor abdominal
Mal aliento
Por exagerado que pueda parecer, si el niño presenta alguno de estos síntomas, es mejor prevenir que curar. Debéis comentárselo al pediatra quien valorará si es necesario realizar una prueba para confirmar o no la enfermedad.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Que pasa cuando el bebe no para de llorar

Hace poco una lectora del blog nos comunicó su angustia al relatarnos un episodio en el que su hijo había sufrido una pérdida de consciencia. Ella lógicamente se llevó un susto de muerte, aunque afortunadamente la historia quedó sólo en eso.

Poco después se enteraría de que ese episodio era realmente lo que se denomina un espasmo del sollozo, y nos pidió si podíamos ampliar un poco la información sobre este cuadro.

Lola Rovati ya nos habló de su propia experiencia, la cual ha servido a las miles de mamás y papás preocupados que han tenido la mala suerte de vivir situaciones similares.

En un post anterior comentamos una serie de aspectos, como qué es este cuadro y las causas a las que se atribuye el que un niño pueda presentar este proceso.

En este segundo post trataremos el resto de los aspectos, como los síntomas que puede presentar y, sobre todo, cómo se puede manejar, algo que a veces puede ser complicado.

Los espasmos del sollozo son cuadros en los que el niño queda sin respiración tras una espiración prolongada, que normalmente se producen como consecuencia de un episodio como un llanto o un enfado.

En la mayoría de los casos los episodios que se producen son los que se denominan simples. Estos episodios son relativamente frecuentes y se suelen repetir.

Se caracterizan porque tras hacer una espiración larga, el niño luego se queda sin respirar y como consecuencia de ello se llega a poner incluso de un color azulado que llama mucho la atención, durante unos segundos (es lo que muchos padres describen “que se ha quedado privado”).

Tras esos momentos el niño puede hacer unos movimientos muy agitados, que pueden parecer convulsiones (muchas veces se confunden), pero que realmente no lo son. Tras esta “recuperación” el niño vuelve a respirar normalmente. No suele ser habitual que el niño pierda el conocimiento.

Otra posibilidad, afortunadamente menos frecuente, es que el niño presente un cuadro de los denominados graves. Generalmente estos se asocian a sustos ó estrés relativamente fuerte.

La principal diferencia es que el niño, en vez de color azul, en los episodios graves se pone muy pálido, blanco. Además puede llegar a perder el conocimiento.

Estos episodios graves son bastante menos frecuentes. La importancia radica en que cuando se produce el cuadro es importante que los pades estén atentos al color, los movimientos del niño y sobre todo si pierde el conocimiento o no.

Dado que todo ocurre muy deprisa y es una situación muy angustiante esto puede ser muy difícil, pero es importante para que el médico pueda distinguir los cuadros leves de los graves.

Con el tiempo los cuadros en general suelen desaparecer sin ningún problema, por lo que es importante armarse de paciencia y sobre todo evitar sobreproteger al niño, ya que es imposible predecir cuándo va a padecer un episodio o no.

En el caso de los leves lo normal es que no se paute ninguna medicación o medida especial. De hecho, muchos textos recomiendan incluso “ignorarlos”, es decir, no darles excesiva importancia, para que el niño no los asocie a que atrae atención. En cualquier caso siempre deben ser comentados con el pediatra para evaluar el riesgo y la actitud.

En los cuadros que el pediatra cataloga como graves puede que el niño se beneficie de tratamientos farmacológicos, como por ejemplo ansiolíticos o incluso atropina en caso de que se produzca un cuadro potencialmente severo, con pérdida de conocimiento y ausencia incluso de respiración que se prolongue más allá de unos segundos.

El problema es que estos fármacos tienen importantísimos efectos secundarios y su uso ha de hacerse bajo estricto control médico y sólo en casos potencialmente graves y severos.

Realmente el pronóstico en general es muy bueno, incluso en los graves, aunque estos tienen mayor riesgo real de lesiones que los leves, por lo que puede que haya que controlarlos con medicación.

En general suelen remitir con el tiempo sin producir ningún tipo de secuelas en los niños.

Es importante destacar que precisamente por eso es importante evitar que el niño aprenda a desencadenar estrés a través de rabietas o enfados para conseguir sus objetivos, por lo que en general se suele recomendar no alimentar estas conductas. Una forma sería precisamente el ignorarlas, como recomiendan muchos textos y profesionales, para que el niño no los use como un método de llamar la atención.

viernes, 24 de diciembre de 2010

El etiquetado de los juguetes peligrosos

Con frecuencia, más de la que nos gustaría, nos enteramos de retiradas de juguetes del mercado por su posible riesgo para la salud de los pequeños. Hace pocos días, el Consejo de Ministros ha dado un paso necesario al respecto aprobando una nueva norma de etiquetado en juguetes peligrosos. Concretamente, en juguetes inflamables o con compuestos químicos.

Es un nuevo decreto que introduce en la ley española las modificaciones efectuadas en la normativa europea a raíz de nuevas clasificaciones sobre la composición de los juguetes, y que a la vez prohíbe o limita la presencia en los juguetes de sustancias o mezclas de sustancias perjudiciales para la salud o la seguridad de los niños.

Por más cuidado que pongamos al escoger los juguetes de nuestros hijos, los padres desconocemos en ocasiones la peligrosidad que pueden llegar a tener. Lo suyo es que el etiquetado sea lo más minucioso posible y especifique en detalle los riesgos.

Según la nueva ley, el etiquetado deberá incluir una advertencia si por “razones imprescindibles de funcionamiento” el juguete tuviera que contener sustancias o mezclas susceptibles de implicar algún riesgo, como es el caso de los juguetes químicos, de modelismo, modelado plástico o cerámico, fotografía y otros. Deberán contener también una indicación de las precauciones que se deben adoptar al manipular el juguete.

Además, deberá especificar “de forma concisa” los peligros del juguete y mencionar los primeros auxilios que habrá que prestar en caso de accidentes graves provocados por su uso, así como una indicación de que esos juguetes han de mantenerse fuera del alcance de niños de muy corta edad.

Los juguetes son uno de los artículos de consumo más peligrosos, por lo que creo que toda advertencia es poca cuando se trata de la seguridad de los más pequeños. Aún así, todavía quedan medidas por reforzar, por ejemplo las relacionadas con las piezas pequeñas y el riesgo de asfixia..

martes, 21 de diciembre de 2010

Conoce mas de la depresión infantil

Los factores de protección reducen la probabilidad de depresión infantil en presencia de factores de vulnerabilidad o de activación de este trastorno. Recordemos que existen múltiplesfactores de riesgo familiares y del entorno para la depresión infantil, así como los factores individuales.

Ante la presencia de estos riesgos, existen determinados factores de protección. Algunos son intrínsecos al niño y no se puede actuar en ellos, pero para la mayoría los padres y el entorno pueden ser determinantes y favorecer estos factores:

Relaciones estrechas con uno o más miembros de la familia Los vínculos afectivos positivos y estables que se desarrollan desde los primeros momentos de vida deben seguir cultivándose.
Logros personales valorados socialmente. En este sentido, podemos apoyar a nuestros hijos valorando sus pequeños avances e intentar que esto sea así en todo su entorno (escolar, familiar…).
Práctica de algún deporte o actividad física, importantísimo en el ámbito escolar pero también (y sobre todo) familiar.
Participación en clubes escolares/sociales o en voluntariado, para los niños algo mayores.
Nivel de inteligencia normal-alto.
Como vemos, la mayoría de puntos están muy relacionados con la mejora de la autoestima de los pequeños, a la que hemos dedicado un espacio importante.En cualquier caso, junto a estos factores que pueden proteger frente a la depresión infantilrecordemos la importancia de la detección a tiempo de cualquier síntoma que nos haga sospechar de posibles problemas para poder consultar con el especialista.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Temor a la oscuridad en los niños

Uno de los miedos más frecuentes en la infancia es el miedo a la oscuridad. Suele aparecer en los niños aproximadamente a partir de los tres años y durar hasta los ocho o nueve años.

El miedo en los niños, al igual que en los adultos, es un estímulo que nos hace estar alerta ante determinadas situaciones. La oscuridad hace aflorar en los pequeños los pensamientos negativos, los personajes terroríficos de los cuentos, el temor a los monstruos, a los fantasmas, a los ogros, a la soledad…

Son muchos los niños a los que no les gusta dormir en la oscuridad total. El miedo a la oscuridad aparece por la noche, en el momento de irse a la cama, cuando el niño se encuentra solo en su habitación. Es un momento crucial para los ellos.

Lo primero que debemos hacer es suprimir la oscuridad total. Lo mejor es dejar encendida una luz tenue, la luz del pasillo o la del baño. Hay luces de noche especiales para la habitación de los niños. Algunas se enchufan, otras se colocan en la pared y también las hay portátiles, las cuales pueden ser transportadas por el niño por si quiere ir al baño en mitad de la noche.

Luego, tenemos que crear un ambiente en el que el niño se sienta seguro. Podemos crear un ritual antes de ir a dormir en el que les acompañemos leyéndoles un cuento, poniendo la habitación lo más confortable posible y disminuyendo los estímulos externos.

No es aconsejable que los niños vean la tele antes de irse a dormir ni que jueguen demasiado alterados. Las horas previas antes de dormir deberían ser lo más relajadas posible. De otra forma, el ambiente hace más propenso que surgan los miedos y las ansiedades. Cualquier imagen que hayan podido ver en la tele podría alterarlos.

Una buena alternativa para superar el miedo a la oscuridad es recurrir a los libros infantiles que hablen sobre el tema, sobre la oscuridad y el momento de irse a la cama, y también hacer juegos en la oscuridad como jugar con linternas, a las sombras o a encontrar cosas.

A los miedos hay que intentar superarlos para que no se tranformen en fobias. Para ello hay que normalizarlos y hacerles frente. Lo más habitual es que el niño vaya perdiendo el miedo a la oscuridad gradualmente.

En alrededor del 3 por ciento de los casos los miedos se transforman en fobias. Si crees que tu hijo tiene un miedo a la oscuridad desproporcionado que, aún tomando medidas, persiste, lo mejor será consultar con un especialista.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

No abuses de la vitamina D en los bebes

Aunque lo que generalmente suele preocupar en la mayoría de los casos es la presencia de un posible déficit de vitaminas, a veces puede darse la situación opuesta, que un niño sufra un cuadro de hipervitaminosis, ó intoxicación por vitaminas, siendo una de las que es posible ver la vitamina D.

Esto que parece complicado de ver en realidad no es tan raro, ya que las vitaminas son de los fármacos más consumidos, especialmente por el hecho de que existen muchos preparados que se pueden comprar libremente y que a veces se da un exceso de celo o preocupación en padres inquietos por la dieta de su hijo, que dan por sentado es insuficiente incluso sin consultar antes con un profesional médico.

Además la vitamina D presente en muchos hogares, ya que es frecuente que los pediatras la pauten en niños que están con lactancia materna exclusiva y prolongada, ya que aunque el niño almacena reservas durante la vida fetal, estas se van agotando durante los primeros meses de vida.

Esto ocurre más en los meses de invierno o en las zonas frías, donde se añade el hecho de que el niño reciba menos horas de exposición de luz solar que en otras zonas geográficas.

La hipervitaminosis D es un exceso de esta vitamina dentro del organismo del niño, generalmente por exceso de ingesta, y que puede producir un cuadro llamativo que en sus grados extremos puede ser muy severo, por lo que resulta de especial interés conocer los riesgos de un exceso de aporte de esta vitamina, tan común en muchos hogares.

La vitamina D es una de las vitaminas denominadas liposolubles, lo que hace que puede acumularse con facilidad en el organismo en caso de que se ingiera en exceso.

Esta vitamina se ingiere con alimentos como los pescados grasos o los huevos (sobre todo la yema), pero en muchos casos se aporta en forma de suplementos, como por ejemplo en lactantes que están con lactancia materna exclusiva y prolongada, en los que puede ser oportuno que el pediatra paute esta vitamina.

La intoxicación ó hipervitaminosis D puede verse como consecuencia de un mal uso de los preparados con suplementos de vitaminas. Puede verse como consecuencia de un mal uso de los preparados con suplementos de vitamina D o bien a un exceso de ingesta de leche.

El exceso de vitamina D en el organismo genera como consecuencia un aumento de los niveles de calcio en sangre (lo que se denomina hipercalcemia). La hipercalcemia en sí es la que genera los principales síntomas de la intoxicación por vitamina D, que se enumeran por grupos, ordenados de más leves a más severos.

A nivel general: sensación de malestar, náuseas, dolor abdominal, vómitos y deshidratación.
A nivel nervioso: dolor de cabeza, irritabilidad, somnolencia ó incluso entrada en un estado precomatoso.
A nivel cardíaco: latidos anómalos e incluso arritmias.
Lo más importante es que exista una sospecha de que cuando un niño presenta alguno de los síntomas descritos (u otros), estos puedan estar relacionados con un exceso de ingesta de vitamina D.Esto es muy importante para acelerar el diagnóstico y el tratamiento, y debe comentarse siempre si en casa se almacena algún tipo de nutriente o fármaco que contenga esta vitamina (u otras).El tratamiento de los síntomas descritos, especialmente los moderados y graves, deben realizarse siempre en un medio hospitalario. En general se suele corregir primero la deshidratación, si esta existe, ya que con ello se suele conseguir descender las cifras de calcio en sangre.Otros fármacos que se suelen usar son los corticoides, los diuréticos u otros más específicos, llegando en los casos muy severos incluso a tratamientos con diálisis (de ahí la importancia de la sospecha y el diagnóstico precoz).Por supuesto, y como en casi todas las intoxicaciones, el mejor tratamiento es siempre el preventivo, de forma que a los niños se les administren sólo los preparados indicados por el pediatra y en las dosis que este indique.Y nunca sobra recordar que cualquier fármaco, por inocuo que parezca (como pueden parecerlo unas “simples” vitaminas), siempre deben almacenarse en un lugar alejado del alcance de los niños.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Forzar a los niños a leer a temprana edad no es recomendable

Aprender a leer es un hito muy importante en la educación infantil. Si bien hay expertos que aconsejan empezar a leer a edades tempranas como los tres años y así tener buena parte del camino andado cuando se empieza la etapa primaria, hay otros, con los que coincido más, que se vuelcan por no forzar a los niños a leer demasiado pronto.

Según la experiencia vivida con mi hija mayor, que acaba de cumplir los seis años, estoy más con la teoría de que aprender a leer es un proceso madurativo que no hay que intentar adelantar, igual que lo es comenzar a andar o a hablar. Cada niño va a su ritmo y obligarlos a leer cuando aún no están preparados, al igual que en otras cosas, no es acertado.

Hay teorías ciéntificas que apoyan esta postura. El acto de leer depende de la capacidad de nuestro cerebro para relacionar e integrar el área visual con las áreas auditiva, lingüística y conceptual. Cada una de estas áreas tiene una maduración independiente y su integración depende de dicha maduración y de la velocidad a la que esas zonas pueden ser conectadas.

Por lo general, las regiones que necesitan estar mielinizadas para leer no lo están lo suficiente hasta los cinco años de edad, incluso después. Puede ser contraproducente en algunos niños que el aprendizaje de la lectoescritura empiece antes de los cinco o seis años.

A parte de lo madurativo, no veo educativo forzar a un niño a hacer algo que aún no ha demostrado interés por aprender. Hay un aprendizaje no reglado como fomentar las habilidades sociales, el juego creativo, la autoconfianza, que es más adecuado para la edad preescolar.

Hay niños a los que la lectura se les da muy naturalmente a los tres o cuatro años, pero forzar a los niños a leer demasiado pronto no es lo óptimo para su desarrollo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Cuales son los beneficios del primer alimento natural del bebe

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó esta semana que los beneficios de la lactancia materna están relacionados principalmente con la reducción de la mortalidad infantil y la calidad de la salud hasta la edad adulta.

La OMS recomienda para toda la población la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y a partir de entonces su refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años.

"La leche materna es el primer alimento natural de los niños, proporciona toda la energía y los nutrientes que necesitan durante sus primeros meses de vida y sigue aportándoles al menos la mitad de sus necesidades nutricionales durante la segunda mitad del primer año y hasta un tercio durante el segundo año de vida", según la Estrategia Mundial para el Lactante de la OMS.

Además, indica que "promueve el desarrollo sensorial y cognitivo, además de proteger al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas, reduce la mortalidad infantil por enfermedades de la infancia, como la diarrea o la neumonía, y favorece un pronto restablecimiento en caso de enfermedad".

Los beneficios son también para la madre porque "ayuda a espaciar los embarazos, disminuye el riesgo de cáncer ovárico y mamario, incrementa los recursos de la familia y el país, es una forma segura de alimentación y resulta inocua para el medio ambiente".

También las madres que amamantan registran menor sangrado postparto, recuperación del parto más rápida y retraso en la iniciación de la menstruación, por lo que es un buen anticonceptivo natural, además de que reduce la depresión postparto.

A nivel afectivo, la lactancia reduce el maltrato y abandono posterior del bebé, por mejores lazos entre madre y niño. Los bebés alimentados artificialmente tienen más tendencia a sufrir cólicos, diarreas, constipación, dermatitis del pañal, asma, diabetes, hipertensión arterial y cáncer en la infancia.

Los biberones son una fuente importante de transmisión de gérmenes patógenos debido a que es difícil mantenerlos limpios, aún después de esterilizarlos.

Al adherir frecuentemente a campañas a favor de la lactancia materna, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) difundió en años pasados estudios según los cuales los niños privados de ella se convirtieron después en adultos más inestables emocionalmente, y proclives a la violencia.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Como se debe amamantar a los bebes

Este es un posteo que le va resultar muy interesante a las madres primerizas ya que les daremos algunos consejos acerca de cómo amamantar correctamente a su bebé. De este modo podrán alimentarlo de un modo más sencillo, con menos molestias y dolores.

Lo primero que hay que tener en cuenta es la postura, tanto de la madre como la del bebé. Si amamantas sentada tienes que erguir la espalda el máximo posible y elevar las rodillas algunos centímetros. En el caso del bebé, su cuerpo tiene que estar bien pegado al de la mamá, en posición recta y con la cabeza posada sobre el antebrazo. Los brazos de la madre tienen que rodear a la criatura para que esté bien firme y cómoda.

Otro punto a tener en cuenta para el correcto amamantamiento es el modo con el que el bebé agarra el pecho de la madre. El recién nacido podrá alimentarse mejor si toda la zona de la aureola mamaria está en su boca y con el pezón inclinado hacia la parte superior de la misma.

Para amamantar al bebé lo mejor es ofrecer el pecho con el que se alimentó la última vez. De este modo podrá extraer toda la leche restante para aliviarlo. Una vez que haya finalizado con esa mama podrás ofrecerle la otra si todavía tiene hambre.

Si durante el amamantamiento observas que el bebé succiona demasiado, lo cual provoca que sus mejillas se vayan hacia adentro, es porque la posición no es la correcta. Si sus cachetes están inflados quiere decir que está tomando la leche perfectamente.

El pezón nunca debe quedar aplastado cuando el recién nacido termina de alimentarse. La próxima vez que le des el pecho tiene que quedar redondo para saber que lo has amamantado de forma correcta.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Estudiar Odontología

El desarrollo de algunos estudios ha sido un factor de vital importancia en la evolución de la humanidad, algunas áreas como las ciencias medicas se han visto en la necesidad de adentrar más en el conocimiento de problemas humanos, con el fin de proporcionar una solución a los mismos; por ello el desarrollo de un área tan importante como la odontología se debe inculcar en la actualidad.

Estudiar odontología se muestra como una excelente opción para personas que deseen desempeñarse en un área medica, la odontología se presenta como una puerta al estudio de la fisonomía humana, por ello es tal la demanda que esta tiene en la actualidad.

Las personas que desean estudiar odontología deben tener unos factores muy importantes como la higiene, concentración, entrega, dedicación, paciencia y sobretodo mucha responsabilidad social, ya que todos estos componentes son de vital importancia tanto en el estudio como en la práctica de la carrera.

Estudiar odontología tiene unos objetivos bien definidos. Algunos de ellos como:

• Crear personas capacitadas en la atención de problemas de índole morfológico facial.

• Formar una persona capaz de hacer un racionamiento tanto en individual como en grupo, para aportar soluciones para el paciente.

• Formar personas capaces de recopilar, extraer y documentar información importante para llevar correctamente una historia clínica de un paciente.

• Crear profesionales capaces de proponer nuevos métodos tanto investigativos como aplicativos, para facilitar el proceso odontológico.

• Inculcar en el estudiante una mentalidad social, la cual se vea enfocada en el gusto por el trabajo y la entrega con la comunidad.

• Fomentar un pensamiento profesional, para ejercer la odontología en cualquier ambiente o situación.

Aunque son demasiados los objetivos específicos del estudio de la odontología, estos se muestran como los de vital importancia, ya que son los más aplicados en el desarrollo de la carrera odontológica.

Estudiar odontología puede ser una actividad muy variada, puesto que la cantidad de especialidades son muy diversas. Algunas de ellas son:

• Ortodoncia: es una especialidad enfocada en el tratamiento de problemas de malformación maxilofacial.

• Periodoncia: esta encargada del estudio de las patologías presentadas en los tejidos bucales.

• Endodoncia: esta especialidad se encarga del tratamiento directo de algunos problemas bucales comunes como las caries.

• Odonto-pediatría: esta especializada en el estudio y tratamiento de problemas maxilofaciales en los niños.

• Odontología estética: es la encarga del desarrollo y perfección de las piezas dentales, mediante procesos remodelatorios.

Son muchas más las especialidades, pero estas son las más conocidas y practicadas en la actualidad.

El estudio de la odontología se muestra como una excelente opción para abrir nuestro campo laboral, puesto que los estudiantes después de concluir sus estudios pueden desenvolverse correctamente en ámbitos como:

• Administración de recursos médicos.

• Administración de historias clínicas.

• Medico odontólogo.

• odontólogo general o especializado en cualquier área ya mencionada.

Según lo anterior queda demostrado que el estudio de la odontología es una excelente opción para ingresar al mundo profesional, es propio resaltar que la utilidad de esta carrera nos beneficia tanto a nosotros mismos como a la sociedad. Así que antes de ingresar a una universidad ya no hay excusa para no tomar en cuenta una carrera tan completa como es la odontología.

Causas de la Depresión infantil

La depresión en niños es un trastorno mental que cada vez es más frecuente en nuestro entorno y que, sin embargo, raras veces se diagnostica. Vamos a analizar cuáles son las circunstancias que aumentan las probabilidades de desarrollar la depresión infantil.

Ello, teniendo en cuenta que es una enfermedad compleja que tiene múltiples factores de riesgo, que en ocasiones interactúan entre sí y pueden tener un efecto acumulativo.

La Guía de Práctica Clínica sobre la Depresión Mayor en la Infancia y en la Adolescencia, que tiene como objeto final la mejora en la toma de decisiones clínicas basadas en la evidencia científica, hace un pormenorizado estudio de la depresión en niños y adolescentes.

Respecto a los factores de riesgo para que un niño sufra depresión, se hacen dos grandes subapartados: los factores familiares y del entorno por un lado y los factores individuales por otro, sobre los que volveremos más adelante.

Factores de riesgo familiares para la depresión infantil

Los factores familiares y el contexto social podrían jugar un importante papel en el desarrollo de la depresión, fundamentalmente aquellos que están fuera del propio control, que ocurren como un acontecimiento no predecible y que son recurrentes a lo largo del tiempo.

La depresión en los padres se considera un factor de riesgo importante, que se asocia con depresión en su descendencia, por lo que habría factores genéticos asociados. Se ha visto que los hijos de padres con depresión presentan una probabilidad entre tres y cuatro veces mayor de desarrollar trastornos del humor.
El alcoholismo familiar también se ha asociado a una mayor probabilidad de depresión.
El contexto familiar en el que vive el niño o el adolescente parece jugar un papel trascendental en el desarrollo de depresión. Los factores de riesgo más comunes son la existencia de conflictos conyugales o las dificultades emocionales entre uno de los padres y el niño.
Son también factores de riesgo asociados con la depresión, las distintas formas de maltrato como el abuso físico, emocional, sexual y la negligencia en el cuidado, así como los eventos vitales negativos, el divorcio o separación conflictivos de los padres, la pérdida de amistades y la muerte de un familiar o amigo.
El trabajo de los padres fuera de casa, ingresos económicos bajos o vivir en áreas desfavorecidas, si ocurren de forma independiente, no parecen presentar una fuerte asociación con el desarrollo de depresión en los niños o adolescentes.
Factores de riesgo relacionados con el entorno

La depresión juvenil se asocia en muchas ocasiones con la existencia de conflictos interpersonales y de rechazo de diferentes miembros de su entorno social, lo que incrementa los problemas de relación social. De esta manera, los niños y adolescentes con pocos amigospresentan una mayor probabilidad de desarrollar depresión, así como trastornos de conducta y mayor aislamiento social.
Otros factores también asociados con un número mayor de síntomas depresivos son el vivir en estructuras familiares diferentes de las de los padres biológicos, problemas de salud en los adolescentes, o una mala adaptación a la familia, amigos, escuela, trabajo y pareja.
No parece existir asociación entre vivir en el medio rural o urbano.
El acoso por parte de iguales o bullying y la humillación (como el trato degradante, la burla delante de otros o el sentirse ignorado) son también factores de riesgo de depresión.
Deberían considerarse niños y adolescentes con riesgo elevado de presentar trastornos mentales, incluida la depresión, aquellos sin hogar, los internos en centros de acogida, refugiados y aquellos con antecedentes de delincuencia, especialmente los recluidos en instituciones de seguridad.
Por último, la adicción a la nicotina, el abuso de alcohol o el consumir drogas ilícitas son considerados también factores de riesgo asociados con la depresión.
Leyendo todos los puntos señalados, podríamos decir que muy pocos niños estarían excluidos de la totalidad de los factores de riesgo, pero ello no quiere decir que todos ellos vayan a desarrollar una depresión.