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domingo, 19 de agosto de 2012

El autodiagnóstico de enfermedades en Internet suele ser erróneo

¿Ese molesto dolor en el pecho está provocado por gases o se trata de un ataque cardíaco? ¿Qué es ese bulto en el brazo? Cuando los usuarios deciden responder a estas y otras preguntas sobre posibles enfermedades buscando los síntomas en Internet -lo que se conoce como autodiagnóstico- tienden asobrestimar lo que tienen en común sus síntomas con todo tipo de enfermedades graves, algo que no sucede cuando buscan en la Red los síntomas de otra persona distinta, según concluye un estudio publicado en la revista Journal of Consumer Research. “Nos tememos lo peor en cuanto a salud cuando se trata de nosotros mismos, pero mantenemos la objetividad y la calma cuando los enfermos son otros”, explica Dengfeng Yan, coautor del estudio de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong. Es más, ante los mismos síntomas, “las personas sobreestiman sus propias probabilidades de contraer enfermedades raras (y con frecuencias graves) en comparación con otras personas".

En los experimentos, los investigadores proporcionaron a casi 250 estudiantes universitarios información sobre enfermedades como la gripe, el VIH, la osteoporosis y el cáncer de mama. En el caso de la gripe les pidieron que se imaginaran que tenían una serie de síntomas (tos, fiebre, secrección nasal y dolor de cabeza) y les preguntaron si pensaban que tenían la gripe "normal" o la más "preocupante" gripe porcina H1N1. También se les pidió que diagnosticaran a otra persona hipotética con esos síntomas. Según los investigadores, cuando se referían a sus propios síntomas, las personas se autodiagnosticaban la cepa H1N1 de gripe, que es más rara, con más frecuencia que si pensaban que los síntomas eran de otra persona. En otras palabras, su precisión para medir correctamente las probabilidades de infección con H1N1 se reducía si pensaban sobre sus propios síntomas.

Los autores del estudio explican estos efectos usando el concepto de "distancia psicológica", que hace que cuando pensamos en otras personas tendamos a considerar información más amplia y a ser menos subjetivos que cuando el problema nos afecta directamente. De ahí que Yan insista en que, en lugar de hacer diagnósticos de “aficionado”, conviene acudir al médico. Y es que, como apunta el nuevo estudio, "la ventaja de ver a un médico de verdad no solo reside en que es un experto, sino también en que eres tú".

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